Revitaliza y revaloriza las marcas mediante la asociación de las mismas con la dimensión ética y de la responsabilidad social, aumentando el compromiso del cliente y uniendo resultados económicos a corto (ventas) y a largo plazo (reputación).
Aumenta la satisfacción del empleado identificándose con el proyecto empresarial, generando mayor motivación y cohesión interna e incrementando su compromiso con la empresa.
Transmite un sentido de la responsabilidad y preocupación de la empresa con respecto a la comunidad local y al medio ambiente.
Maximiza la legitimidad y la aceptación y prestigio social ante los diferentes stakeholders: accionistas, proveedores, clientes, empleados y comunidad local.
Cumplimiento del compromiso social: evitar que ésta se quede en una mera declaración de intenciones.
|